El sombrero de editor
Hoy he terminado el primer borrador del segundo volumen de "La Fábrica de Dioses" después de varios meses de trabajo. Es motivo más que suficiente para estar contento, toca descansar antes de pasar a una de las fases que menos me gusta, esa en la que hay que ponerse el sombrero de editor.
Cuando te pones el sombrero de editor dejas de ser esa persona alegre y risueña, no hay espacio para tales pérdidas de tiempo, un editor es eficaz, conciso, claro. Y así deberían ser nuestras novelas para que un editor les de su visto bueno.
Durante esta fase de revisión, hay varias cosas que intento corregir a lo largo del texto:
No usar palabras de más.
No usar palabras demasiado complejas.
No tener frases redundantes ("Subió al piso de arriba").
No explicar cosas en exceso, confía en la capacidad del lector.
No usar frases demasiado largas, el lector pierde la atención.
A nivel de estructura, es un buen momento también para buscar agujeros en la trama, asegurarse de que la historia es consistente.
A parte de estas reglas, cualquier editor que lea tu novela aplicará muchas más, así que mejor estar preparado e invertir tiempo y energía en esta primera fase de revisión.