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Buscando nuevas ideas


Hace poco he hablado con un amigo sobre el tema de escribir novelas. Siempre ha tenido la ilusión de escribir su propio libro pero por unos motivos u otros, siempre lo ha pospuesto. Trabajo, falta de tiempo, responsabilidades, lo entiendo, está claro que es un proceso duro y requiere esfuerzo y dedicación. Pero esta vez me contaba algo diferente, tiene por delante 6 meses literalmente de tiempo libre. Por una situación peculiar de cambio de trabajo, dispone durante los siguientes meses de tiempo de sobra para escribir esa novela con la que lleva tiempo soñando. Sin embargo, el hombre estaba desolado. "No se me ocurre ninguna idea, no se sobre que escribir". Esas fueron sus palabras. Dichas con una contundencia tal, que pareciera que era una sentencia. Entendía que la inspiración era el primer paso necesario para escribir una buena historia. Y la inspiración viene o no viene, eso pensaba él. Hay mucha gente que piensa así, el famoso bloqueo del escritor está basado en esa creencia. Pero supongamos por un momento que eso de la inspiración no funciona así, tan solo por un momento, eso le dije a mi amigo. Piensa en como funciona tu mente, recibe estímulos del exterior, las neuronas procesan señales y se producen enlaces entre toda esa información, a veces lógicas, a veces intuitivas. Se obtienen conclusiones, nuevos datos, diferentes de una persona a otra pues todo el entramado de conexiones en nuestro cerebro es único. Por ejemplo, si quiero cruzar la calle, mi mente va a determinar si es mejor hacerlo ahora o esperar, en función de lo que vea, de lo que calcule. La idea es fruto de los datos de entrada y de la mente de cada uno. ¿Y cómo se aplica esto al problema de mi amigo?, Dándole datos al cerebro, lee una novela que te gustó, vuelve a ver esa película que te inspiró, recopila los mejores momentos que recuerdas como lector, escenas que te impactaron. Si les das datos suficientes, tu mente hará el resto y generará la idea. Le convenció y se comprometió a intentarlo. Dos días después de esa conversación le volví a ver, esa sonrisa enorme era suficiente para saber que ya había tenido la idea y que la novela en marcha.

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