Comprometete a entregar
Hasta el momento, lo más difícil que me he encontrado a la hora de escribir es mantener la constancia. Ya he hablado en otros posts sobre ello, la necesidad de escribir todos los días, lo importante que es crear el hábito. Pero aun así, a veces no es suficiente. Para mí, escribir es un hobbie, al que dedico parte de mi tiempo libre. El trabajo diario a veces requiere tanta energía que lo último que quiero al llegar a casa es volver a ponerme frente al ordenador y escribir. Así, es fácil que pasen los días sin que avance en la novela. Da igual que tenga una buena planificación y sepa sobre que quiero escribir exactamente a continuación, simplemente parece que no pasa nada por estar unos días sin escribir. Pero si que pasa, esos días extra se añaden poco a poco y aumenta la presión, en el fondo sabes que te estas retrasando y no es lo que quieres. La mejor solución que he encontrado hasta el momento es definir las fechas. En base a una planificación previa, en la que estimas cuanto tiempo te llevará cada parte del proceso, llegas a una teórica fecha de entrega. En mi caso, para la siguiente novela es a finales de este año, en concreto en diciembre. Lo que hecho es anunciar esa fecha en mi blog, de esa manera me he comprometido a publicarla en esa fecha. Lo que he conseguido con eso es tener presente que si hoy no escribo nada, pongo en peligro mi compromiso. Si mañana sé que no voy a tener tiempo para escribir, hoy deberé invertir más tiempo porque sino, pongo en peligro mi palabra.