No te repitas (II)
Otro de los tipos de repetición que funciona bien, es el centrado en elementos, con la intención de que el lector recuerde esos elementos. Como autores, queremos que piense en ellos, que reflexione sobre ellos y que a menudo que avanza la trama se esté preguntando como encajan esos elementos de los que tanto hablamos en ella.
La gran ventaja que ofrece este recurso es que le da solidez a la trama. Evita caer en el uso de "Deus Ex Machina" o que nuestra historia parece que la usa. Por ejemplo, imaginemos que nuestra historia habla de un hombre que sospecha que su pareja le es infiel, la sigue, la vigila. Al final de la historia descubre que era verdad, saca una pistola y termina con la vida de su pareja y su amante.
Ese ejemplo necesita repetición para ser coherente, repetición de elemento. A lo largo de la historia harían falta un par de escenas en las que se detallara que el protagonista posee un arma, por qué la tiene, que piensa hacer con ella, en fin, hacer que el lector se familiarice con ese elemento y cuando llegue al final, tenga sentido.