No te repitas (I)
Llevo muchos años en el mundo de desarrollo software, primero programando, ahora en QA. Aunque no es una ciencia exacta, hay ciertas "buenas prácticas" que se van aprendiendo con el tiempo.
Desde que empecé a escribir hace un par de años, me pareció que había muchas similitudes entre programar y escribir, no sólo a nivel de "código" sino también de planificación. Muchas de esas buenas prácticas que aprendí en su día programando las puedo aplicar al proceso de escritura. Otras, sin embargo, son lo bastante diferentes como para pararse un momento a estudiarlas en detalle.
En programación, una de esas reglas dice "Don't repeat yourself", refiriéndose a que hay que evitar duplicar el código, no escribas lo mismo varias veces porque cuando lo tengas que cambiar (y siempre lo vas a tener que cambiar), aparte de que te llevará más tiempo, es posible que se te pase alguno de esos puntos de código repetido y entonces llegan los problemas.
Pero en la escritura, la repetición se trata de forma diferente. No es algo a evitar siempre, sino más bien un recurso literario. Un recurso que cuando es bien utilizado da buenos resultados, el más usado es la repetición de escenas cambiando el punto de vista. Ofrece al lector información adicional sobre la misma y si está bien detallada, demuestra la coherencia del autor al escribirla.
El ejemplo más reciente que he visto de este tipo de repetición (y que ha gustado mucho mucho) fue en Avengers: End Game. Sin entrar en detalles de la trama, se reviven (repiten) escenas de otras películas pero desde otro punto de vista, proporcionan algo de información adicional. La maestría con la que se diseñó esa trama hizo que fuera simplemente genial.